El churrinche
Churrín-churrín, cuando pasa
como un encendido anhelo:
el churrinche es mía brasa
que atiza su propio vuelo.
Churrín-churrín, cuando asedia
algún insecto en el aire,
y volando con donaire
repite su nombre, a medias.
Churrín-churrín a porfía
insiste, al par que destella:
lacre vivo con que sella su carta
de luz el Día.
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