El jilguero (hoy Cabecitanegra)
Con su cabeza de sombra
y su cuerpito de sol,
este pequeño cantor
con su canto nos asombra.
(El negro de la cabeza,
quizá de haberle llovido,
sobre el lomo ha desteñido
quitando al sol su limpieza).
—¿Qué teje usted, buen maestro,
con esa armoniosa seda
que enreda y que desenreda
siempre, de modo tan diestro?
-Tela de luz e ilusiones
para mi amor... tejo una
muy dulce canción de cuna,
para arrullar mis pichones.
-Canto al álamo en que anido,
al agua, a la luz que brilla
y a la pequeña semilla
con que alimento mi nido.
—En la mañana de oro,
digo todo mi contento,
y tan feliz yo me siento
que, a veces, no canto: lloro...
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